Lo que Dios puso en Mi Camino...

El lunes en la tarde fui en busca de un pajarito que se paso cantando la noche anterior. Caminé hacia afuera donde había escuchado el sonido y cuando me acercaba al lugar el pajarito paraba de cantar. Me alejé un poco y él volvió a cantar "chuip, chuip, chuip". Pude lograr seguir el sonido y allí en el zuelo, entre ramas estaba escondido, un ruiseñor. Gracias a Dios, ninguno de los 10 perros que tenemos no llegaron a atacarlo. De pronto llame a mi esposo para que me ayudara pues no sabía qué hacer. Mi esposo sugirió que buscáramos el nido porque tenía que estar cerca de ese lugar.

Ciertamente, el nido del ruiseñor estaba a 2 metros en un árbol de naranja que se encuentra justo al lado de la casa.  Con ayuda de una escalera volvimos a colocar el ruiseñor bebe en su nido junto a

 sus dos hermanitos. Ayer mi esposo pudo tomar fotos, del nido desde la casa. Los tres pajaritos están bien. En las fotos pueden ver como lo pajaritos se paran para comer. No pudimos captar a la mamá pues estaba en un ángulo incómodo de fotografiar, pero pueden ver como los pajaritos estaban contentos de verla y de comer.

Todo esto me hizo pensar en que ese pajarito estaba solo, en medio del peligro y sin comida, pero Dios me puso en mi mente el buscar al pajarito que había escuchado la noche anterior. Que gusto fue ayudarlo y ver como Dios obra en cada detalle de la naturaleza. Dios pone a personas en nuestras vidas para que nos ayuden, y de igual manera también nos pone a nosotros en el camino de otros para ayudarlos. No nos afanemos por las cosas materiales, pues Dios conoce nuestras necesidades, preocuparte más sobre como acercarte a Dios y lo demás viene por añadidura.

La foto de arriba es mi favorita, mira el peinado del pajarito del centro :)

Mateo 6:25-34 (NVI) 

De nada sirve preocuparse. Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?  ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida? ¿Y por qué se preocupan por la ropa?

Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?  Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan.

Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.